Plagas de procesionaria, cucarachas y roedores alcanzan ya núcleos urbanos

El atípico invierno que viene registrando la Comunitat, con temperaturas varios grados por encima de lo normal, ha originado el caldo de cultivo ideal para la proliferación de plagas de insectos y roedores, situación que ha llevado a buena parte de particulares y ayuntamientos valencianos a adelantar e incrementar los tratamientos para intentar atajar su proliferación puesto que el problema ha alcanzado hasta núcleos urbanos.

En concreto, según confirmaban a LAS PROVINCIAS fuentes de la delegación valenciana de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), durante las últimas semanas estas compañías han detectado un aumento en la demanda de tratamientos para combatir poblaciones de procesionaria, cucarachas, roedores e insectos de la madera como la carcoma en prácticamente las tres provincias; plagas que se están extendiendo por urbanizaciones y hasta por parques y jardines de poblaciones gracias a la desaparición de las temperaturas típicamente invernales.

La principal preocupación se centra en las urticantes orugas del pino, por su posible afección a la salud humana y porque pueden originar hasta la muerte de mascotas, sobre todo de perros. En este punto, ayuntamientos de localidades como Oliva, Cullera, Tavernes de la Valldigna, Benirredà o Fortaleny se han visto obligados a adelantar o aumentar los trabajos para eliminar las bolsas detectadas en el arbolado de las poblaciones tanto de zonas verdes como hasta, en algunos casos, en patios de colegios. En la urbanización Miramar de Torrent, los gusanos provocaron una reacción alérgica a una niña que manipuló uno de los nidos que previamente habían retirado los servicios de jardinería, según denunciaron fuentes vecinales. En Ontinyent, el Consistorio ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente un plan de acción; mientras que en zonas de Alzira como la Muntanyeta o el parque de l’Alquenència ya han registrado quejas de residentes.

Especialistas en el ámbito forestal, donde la plaga de procesionaria es todavía mayor, añadieron que la Administración debe tenerla en cuenta «a la hora de diseñar sus actuaciones a lo largo del año», ya que si las actuaciones «no se hacen cuando toca, no sirven para nada». También subrayaron que, a raíz de la anomalía de temperaturas y la falta de lluvias «el ciclo de la procesionaria en muchos sitios parece haberse adelantado, ya que en estas fechas lo normal es que las orugas estuvieran tranquilamente dentro del bolsón a resguardo del frío y, sin embargo, ya están saliendo y desfilando por el suelo», de ahí el riesgo que suponen para las personas y otros animales.

En relación a la cucaracha americana, cuyas poblaciones suele descender drásticamente con temperaturas bajas, desde la sección valenciana de Anecpla advirtieron que este año están persistiendo incluso en las zonas más frías, como el interior de Castellón o municipios alicantinos como Villena, si bien es cierto que las poblaciones costeras son las que con mayor incidencia están sufriendo esta plaga.

Camadas más numerosas

También indicaron desde la asociación de empresas que, gracias a las elevadas temperaturas, las camadas de roedores están siendo más numerosas, por lo que sobre todo en los municipios de interior se está detectando una mayor presencia de estos animales.

Por último, el atípico calor de este periodo estival también ha propiciado que «estén saliendo los reproductores primarios de la carcoma», cuando normalmente esta plaga de la madera tiene su explosión durante los meses de primavera, de ahí que también se estén incrementando los tratamientos en la actualidad contra este insecto. En esta línea, los técnicos también han detectado una mayor presencia de abejas y avispas.

Desde Anecpla añadieron que, mientras continúen las actuales temperaturas será difícil que no sigan proliferando estas plagas. Sólo un desplome del mercurio y la llegada de las, por ahora, casi inexistentes heladas contribuirá a que la presencia de estos insectos se reduzca.